La necesidad de la magia

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La necesidad de la magia

Para Juan Domingo Marinello, cuando no tenemos muchas cosas mágicas, todo nos da lata, nada nos asombra, necesitamos lo sensorial, mucho ruido, mucha luz, «En cambio, si tú adscribes algo a lo mágico y le das magia a ese viejo que te cuenta una historia de aparecidos de los cuarenta te entretiene muchísimo, pero si piensas que es un pobre viejo loco esquizofrénico, con paranoia y alucinado, se acabó toda la magia».

Cuenta que en la Plaza Chacabuco vivía un hombre de unos 85 años. Fue futbolista, luego cuidador del estadio, y cuando los derrumbaron, le construyeron una casa en el lugar. «Todos los domingo los familiares lo dejaban en una sillita, en la puerta de la casa donde había estado el estadio y el tipo empezaba a ver partidos y saludaba a la gente solo, y si te acercabas y hablabas con él te vivías un partido de los años 40, era maravillosos. Para la mayor cantidad de gente el tipo era loco, que lo dejaban cubierto con una charlina en el invierno y en manga de camisa en el verano. El tipo terminaba el partido, saludaba y se metía a la casa … Entonces si tú aprendes a disfrutar de ese tipo que es capaz de revivir un estadio entero que lo echaron abajo, es fantástico».

¿Hay una intención de plasmar la magia en tus imágenes?

Yo creo que necesitamos la magia. Decir , por ejemplo, que el trueno lo produce el martillo de Odín es mucho más poético que pensar que es una corriente eléctrica producida por electrones. Creo que a cambio de habernos ido despoblando, de haber ido borrando a los dioses del Olimpo y a las distintas mitologías nos hemos ido quedando sin explicaciones mágicas y con mucha angustia porque hay cosas que la ciencia realmente no te soluciona.

La necesidad de la magia
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La ciencia nos ha dado comodidades, le agradezco la tecnología digital y todo eso, pero en ningún caso le adscribo el sitial de los dioses, que desgraciadamente en nuestra sociedad de repente se hace mucho, más que eso, yo creo que la magia está basada en la intuición, en ciertas sensaciones no explicables pero que son, y creo que la magia existe, no en el sentido caricaturesco del mago, sino en que es mágico vivir, es mágico el que diseñó la máquina que somos.

Magia es para mí el recuerdo de mi padre o de mi madre que ha fallecido, mágico es enamorarse, entonces la magia existe. ¿Cómo la plasmas?, yo creo que a través del arte, y el arte es una forma de dar razones del mundo tan válida como la ciencia, lo que pasa es que lamentablemente, sobre todo en nuestros países, la cultura hacia el arte es casi menor.

¿Dirías que la magia es la fuente de inspiración de tus obras?

A ver, yo creo que la magia la tenemos todos en el sentido de la conexión, el problema es la lucidez hacia la magia, que parte por aceptar que existe. Si niegas que existe ya no caminas por los caminos mágicos.

Magia son los sentimientos, y si trabajas con los elementos de la magia, necesitas un espectador interesado en las claves de esa magia. Creo que todos frente a alguna forma de arte o ciertas estructuras sentimos esa magia, la naturaleza nos provee de muchas cosas con las que sentimos magia, una puesta de sol, un trueno, una serie de cosas que nos hace sentir que desaparece toda la ciencia y volvemos a ser como primitivos … entonces evidentemente el punto de trabajar la magia es una decisión personal. Ahora, cuando la encuentras tratas de comunicársela al otro porque es la generosidad, y eso es lo que yo entendí: si yo me entretengo en esto, a lo mejor otros se entretienen también, entendiendo como entretención estar fascinado con lo que uno hace.

¿Y la fotodigrafía cuenta una historia mágica?

Bueno, a partir de que me doy la revancha de poner fantasmas donde yo hubiera querido verlos … sí, claro, pero en el fondo son magias de niños, esto de poner una niña en el ferrocarril … esto de reconstruir toda una vida. A mí me fascina caminar por las salitreras, algunos dicen que me gusta la decadencia, no me gusta la decadencia, lo que pasa es que a través de leer cosas así tú puedes reconstituir la gente que estaba parada en la puerta , como era esta cosa, es muy entretenido reconstruir lo que fue mentalmente, más aún si te acompaña alguien que conoció la historia, que es parte del periodismo.

Entonces hay muchas formas en que puedes ver a ese personaje o a esa familia de Cartagena donde estuvo el hotel y cómo tomaba el sol en la playa, o imaginarte este Cartagena que es una especie de cosa que era muy elegante, que se fue fundiendo con lo popular, cómo serían estas señoras paseando por Cartagena y viendo lo que hay ahora, yo creo que se entretendrían muchísimo. Entonces todo eso te apunta hacia eso, es probable que con mi lectura también se entretengan otros pensando que sería de estas señoras saliendo de ahí.

Secciones de la entrevista

El gusto por las imágenes  |  El placer de ser autor  |  La necesidad de la magia  |  La importancia de las obsesiones

Necesitamos la magia. Cuando no tenemos muchas cosas mágicas, nada nos asombra